lunes, 21 de junio de 2010

Consigna tres: Practicar más la Gran técnica de titular escritos.

Intenté rayarme una uña,
no pude.
Cuando no quise
un dedo se pintó de rojo.

Innecesariamente
tus palabras retumbaron en mi cabeza,
que no se des-tapa.

¿Por qué carajo
escribo siempre igual?
Cada dos versos termino una idea.
Me aburre.

Probemos...
Creo poder hacer nacer
una idea más extensa
en mis versos irreparables y sosos.
No.
Es asqueroso.
Más. ¡Quiero más!

Otra pregunta:
¿Por qué tu estúpida cara
aparece ante mis ojos
(a veces)
y produce tanta repugnancia?
Nauseabundo
Pero nunca lo hago,
No me da el cuero de vaca,
no me da el living para eso.

Y te vas
con el miedo a afrontar tu inseguridad
de dar pie a tu error.
Y, quedándote solo acompañado,
temblás como gelatina,
pedazo de carne antropomorfa,
decerebrada e ingenua.

Una...
tan sólo una palabra,
una mirada
y te desvaneces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

hola holaa hola sii.. llená el formulario de comentarios dale! enterito porque si no le agarra hambre al pobrecito