Maldita sangre de esta pluma
Que no corre como quiere mi mano.
Te vuelves de agua para mis ojos,
De piedra para mi garganta,
De aire para mi mente.
Inocente como siempre
Una fiera se levanta
Y vuelve a caer.
Golpea las paredes, mi prisión;
Reloj de la distancia.